Resumen de la conferencia:
El presente trabajo examina la lectura como praxis político-cultural, en tanto, condición de la justicia educativa y elemento constitutivo de la ciudadanía emancipatoria. La opción analítica que se presenta intenta por un lado, reflexionar críticamente sobre las contrariedades intelectuales a las que se adscriben las tendencias en educación lectora y la construcción de justicia educativa y, por otro lado, demostrar las formas de cristalización de un campo sustentado en políticas difusas, de tal modo que, un aspecto crucial radica en exponer la ambigüedad del universo conceptual empleado en este campo, cuyas repercusiones ofrecen falsas salidas. El estudio de la lectura como práctica cultural y social reclama una ecología de saberes, esto es, la creación de sistemas intelectuales que ofrezcan la posibilidad de garantizar alternativas viables para redistribuir el derecho a la educación y a la lectura, con justicia y ante todo, acorde a lo que cada persona y grupo social requiere. Para promover cualquier tipo de transformación en la forma de redistribuir derechos, se observa la necesidad de repolitizar la lectura como condición democrática. De tal forma que, en las políticas públicas, en vez de construir condiciones de justicia, se diversifican los patrones de discriminación institucional. El concepto de ciudadanía lectora reafirma la necesidad de consolidar una representación cultural alternativa, esto es, proveer de instrumentos que permitan agilizar una discusión cultural politizada sobre aquello que vamos a entender como práctica lectora y sistemas de apropiación de esta en el mundo contemporáneo.
1. La investigación sobre el derecho a la lectura, a la información y a la cultura debe abordarse relacionalmente por las complejidades que se subentienden en la ponencia. Actualmente existen políticas difusas en la educación inclusiva. ausentes de reciprocidad y carentes de juicios colectivos que aboguen por la necesaria implementación de programas que aúnen propuestas para la justicia.
2. las incidencias metodológicas y repercusiones políticas que entran en contacto son variadas. Mencionaré una (y espero no equivocarme ante la complejidad del tema en cuestión): la poca alineación de objetivos coherentes con lo que significa la educación de personas diversas han generado procesos aislados y centrados en la categorización de los individuos.
El Fomento de la Lectura, que busca la inclusión social y el desarrollo del espíritu crítico, debe tener en cuenta las desigualdades, los diversos contextos para que sea eficaz. Así, como bien expone, se convierte en herramienta de mediación y encuentro muy interesante para trabajar la justicia social en entornos escolares.
La lectura en su sentido relacional adquiere un carácter práctico cultural que concibe el derecho al análisis de categorías políticas, de ahí que un acto lector posibilite la búsqueda del sujeto cuando se habla de inclusión y justicia social. De tal modo, su ejercicio asiste las reflexiones sobre asuntos que de la política y lo político tienen que ver con la construcción de realidades posibles.
De acuerdo a la postura que expone el Dr. Aldo la importancia de los sistemas de apropiación de lectura en prácticas sociales, la visión que se da desde esta perspectiva es muy completa, creo que se vuelve consciente y consisten en el hecho de la consolidación de la participación social, se coincide que el hecho de la lectura se levantan las reflexiones en la interpretación de las situaciones so
cial, debido a que las políticas no proponen construcción de justicia sino que asumen una postura discriminatoria, por ello, es importante que los docentes generemos los espacios e instrumentos que permitan agilizar la discusión cultural.
Considero que lectura, información y cultura son tres elementos altamente relacionados y que seguir indagando e investigando relacionalmente permitirá dilucidar esa fuerte interacción, en la que confluyen como derechos inmersos en derechos fundamentales tales como Derechos y libertades en el ámbito personal, público y socioeconómico,
Destacando en estos libertad de creencias, comunicación libre, a la libertad de expresión, derecho a la información, derecho a la educación libre. Es decir, en la esencia profunda de la lectura, se transmite información, que nutre la cultura y que emancipa pensamientos.
La lectura es un proceso de participación y construcción social, con fines destinados a forjar tanto la dimensión individual como social del ser humano. Es un espacio para fomentar una postura y opciones de cambio.
El proceso debe iniciar realizando la práctica desde los docentes.
En esta conferencia, se aporta la dimensión social, política y cultural de la lectura; además, se insiste en la relación entre lectura e inclusión, desde la perspectiva competencial lectora, que ontológicamente conecta al sujeto con las ideas de justicia social y de resistencia. Así, la lectura supone reivindicar la libertad del individuo como ciudadano activo en una sociedad democrática. Derecho.
Muy interesante la mirada que conecta nociones como ecología de saberes, practicas lectoras, justicia y educación inclusiva. Resulta también muy productivo incorporar las perspectivas feministas y queer dado que estas miradas parten de reconocer las desigualdades de base que están en la base de las injusticias de todo tipo, pero también en aquellas vinculadas con la lectura y la educación.
Muy interesante la reflexión acerca de las políticas mercantilizadas de libros versus las practicas lectoras locales, territoriales y emancipatorias. Es un llamado de atención a algunas practicas que se presentan como transformadoras pero que caen las trampas de mirar desde «calidad» volviendo a caer en una lógica capitalista y mercantil de lectura homogeneizantes.
¿Por qué abordar e investigar relacionalmente el derecho a la lectura, a la información y la cultura?, De acuerdo a lo que señala el Dr. Aldo, porque entre ellas hay una relación que puede permitir lograr justicia social. Plasma el interés que con mas fuerza van alzando las comunidades, por hacer de sus saberes, conocimientos valorados y concretizados en historias locales.
La hegemonía que presentan las políticas educativas sobre lectura y escritura, no tienen asidero mayor, no alcanzan a traspasar los muros de las aulas y por ende, no logran aportar al logro de justicia social. Está lejos del reconocimiento que platea Honneth y Fraser,. ¿Qué incidencias metodológicas y repercusiones políticas entran en contacto?, esa es la interrogante a en la pedagogía critica.
¿Qué incidencias metodológicas y repercusiones políticas entran en contacto?, Las salidas a esta interrogantes están en una ruptura epistemológica sobre como y quienes construyen conocimiento. Se debiera comenzar a responder dinamizando dinámicas lectoras que mas allá de abocarse al mandato hegemónico, releven lo ancestral. Dando valor a los sujetos y a lo que han construido culturalmente.
La lectura no se agota en lo que se lee. La lectura tiene contenido y forma. Generalmente quedamos atrapados en las formas, la estética de la educación, de la escritura y de la cultura. Lo que se lee debe dignificar, garantizar valores, integridad, idea de progreso, debe propiciar proyectos de vida, integración, articulaciones, nivelaciones, paridades y encuentros
El Dr. Aldo Ocampo Gonz{alez, ve a la lectura como una praxis política que aliena o libera, que dignifica o agrede y coloniza.. Por ello, apunta hacia el logro de una justicia educativa. que irrumpa y cuestione a las políticas difusas en el área. El trabajo por hacer, es más que dual…mucho más.
La búsqueda de alternativas viables para garantizar una educación con justicia y con particularidad-especificidad y redistribuición de derechos es lo que aconseja. Por ello, lo de la mediación cultural, repensando las coordenadas político-educativas y el contexto de la multiplicidad de diferencias en pro de la justicia relacional. Ese es el centro y título de su presentación.
La construcción de justicia, nos permite reepensar el diseño de lo que debería leerse, por ello, hay que garantizar el derecho a la lectura, a la información, a la educación y a la cultura como tal. No obstante, se requieren nuevos métodos y nuevas alternativas distintas a lo que tradicionalmente han sido nuestras políticas educativas. Es un llamado a la innovación, a la exigencia y a la dignidad.
La idea de justicia social aplicada al derecho a la lectura, la lucha por la inclusión desde una perspectiva transformadora y ante todo las cosas al ejercicio de la lectura como una práctica de emancipación y empoderamiento social, la cual reclama sistemas intelectuales que garanticen alternativas viables para redistribuir el derecho a la educación y a la lectura con justicia encaminada a lo que
cada persona o grupo requiera, contar con prácticas lectoras que nos permitan crear otros mundos fomentando el desarrollo del fortalecimiento de la ciudadanía y la justicia a través de la lectura y del discurso del otro.
Cordial saludo. Se resalta el concepto “critica cultural” que compromete a la ciudadanía libre a revisar las tendencias en cuanto a una lectura que vaya más allá de los enfoques lingüísticos y psicolingüísticos. Los docentes jugamos un papel crucial en estos procesos, y no solo son responsabilidad exclusiva del departamento de literatura, es un asunto que nos concierne a todos.
MUY INTERESANTE CONFERENCIA, ES IMPORTANTE LO QUE SEÑALA FREIRE COMO PRAXIS LIBERADORA, RECONOCER EL MUNDO QUE HABITAMOS EL MUNDO Y LAS POSIBILIDADES DE CADA GEN. CONCIENTIZACION. LA TRANSFORMACON DE LA REALIDAD EN TANTO SE TRANSFORME LA CONSCIENCIA. SUPERAR EL EFECTO PATERNALISTA QUE GENERAN LOS PROGRAMAS DE LECTURA PARA GRUPOS EN SITUACION DE VULNERABILIDAD FREIRE: LEER ES UNA HERRAMIENTA PARA A
FREIRE: LEER ES UNA HERRAMIENTA PARA ACTUAR EN LA SOCIEDAD, INTERACTUAR Y MODIFICAR NUESTRA VIDA PARA MEJORARLA. ESTA CUESTION, EN RELACION CON LAS PERSONAS EN SITUACION DE ENCIERRO, COMO COLECTIVO EN SITUACION DE VULNERABILIDAD,
SITUACION DE VULNERABILIDAD, SE PUEDEN VER MANIFIESTAS CON LAS INCIPIENTES EDITORIALES CARTONERAS DE LA PROVINCIA DE SANTA FE Y BUENOS AIRES EN ARGENTINA (CORTONERAS: CREADAS POR
CREADAS POR PERSONAS EN SITUACION DE VULNERABILIDAD SOCIAL QUE TRABAJAN DE JUNTAR CARTON Y RECICLARLO DE LOS RESIDUOS DOMICILIARIOS) QUE PLANTEAN TEXTOS CLASICOS PERO TAMBIEN ESCRITOS DE DICHO COLECTIVO QUE PLASMA LA IDENTIDAD CULTURAL DE ESTE GRUPO,
DE ESTE GRUPO, ALGUNOS DE ELLOS HAN SIDO PRIVADOS DE LA LIBERTAD. SERIA IMPOTANTE TAMBIEN POSIBILITAR EL TRABAJO DE ESTAS EDITORIALES EN LAS CARCELES COMO FORMA DE PRACTICA LIBERADORA.
En base a los aportes de la conferencia brindada por el Dr. Ocampo González y a las aproximaciones que desde mi experiencia como educadora he construido, considero como valioso mencionar que es fundamental entender y comprender la práctica de la lectura más allá de la perspectiva hegemónica que la muestra como un proceso lineal e uniforme, reduccionista y poco profundo.
En este sentido pensar la alfabetización como una práctica política, social y cultural profunda y transformadora nos compromete a revisar los supuestos desde donde planificamos y creamos estrategias de enseñanza. Entender que detrás de las prácticas establecidas se esconde un discurso hegemónico que busca imponer unas formas de pensamientos, unas formas subjetivantes para limitar la capacidad
infinita de los sujetos crucial para poder llevar adelante una alternativa educativa. La conferencia del Dr. Ocampo González nos abre camino para entender la lectura como posibilidad creadora, como un proyecto político de resistencia que permite trabajar codo a codo en pos del desarrollo de un pensamiento crítico colectivo.
Las prácticas de lectura fortalecen la ciudadanía, dando lugar al espacio de encuentro, a la solidaridad, a la creatividad y la imaginación, al cuestionamiento del mundo y su posterior transformación. Las prácticas de lecturas deben estar a disposición del sujeto, para que este pueda interpretar, actuar y co-crear su propio contexto.
Es necesario intervenir en el derecho a la lectura, con las investigaciones como cada uno de los exponentes, para así evidenciar las necesidades no cubiertas de formación de la lectura en nuestra sociedad, es mediante la lectura que logramos acceder al lenguaje a través de una nueva modalidad que es la visión, logrando innovaciones culturales.
La lectura es una práctica cultural embedida en los sistemas axiológicos y relacionarles de las diferentes comunidades. Por ende, la propuesta de linvestigar la lectura como una práctica relacional reconoce la dimensione históricas y el carácter compleja del lenguaje y el proceso de construcción de significados
Buenas tardes. Quiero agradecer la conferencia del Profesor Ocampo, aplaudo su claridad de sentido y comparto su pensamiento desde hace mucho tiempo. Ante estas ideas tengo varias certezas, pero más son mis interrogantes. Claro está el devastador empleo que se le ha dado al lenguaje como forma de dispositivo de dominación para el pensamiento hegemónico y también la necesidad de utilizarlo
como mecanismo de resistencia y subversión. Frente a lo anterior, mis interrogantes guardan relación con la necesidad de nuevos modos, acciones tendientes a subvertir estas ficciones políticas hegemónicas de dominación y su revisión para asegurar los resultados propuestos.
La lectura como dispositivo de interrogación de la realidad debe promover la memoria crítica e histórica. Es así que un alumno(a) cuando lee la propaganda política debe preguntarse: ¿Cómo podrá cumplir el político sus propuestas?, ¿Quién financia su campaña?, ¿Para qué quiere ser elegido?
El problema con la crítica cultural es que el facilismo se ha apoderado del sistema escolar. Incluso, hay maestros que no la promueven. ¿Cómo se explica que un docente de filosofía no filosofe con sus alumnos?
Por lo general, en la escuela no se enseña a leer imágenes. Subyacen aquí dos peligros: las editoriales obedecen a la lógica del mercado y no a la educativa. Segundo, un alumno puede creer que las imágenes que usa un político son “buenas” (intención).
“El poder tiene la habilidad de reactualizarse” (Martínez Boom, 2008, p.50). Frente a eso, ¿Cómo actúa la escuela y la familia? Claro, ahora se entiende porqué los políticos engañan a la gente. Los alumnos leen entre líneas y no críticamente generándose desniveles sociales.
En mi país el proyecto político no se preocupa por la educación inclusiva. Los males empiezan por la exclusión social. Nuestro salario mínimo es de los más bajos del mundo en tanto que un senador se gana 40 salarios mínimos en un mes. Mi país es muy desigual.
Políticamente hablando poco o nada se in vierte en las personas sin discapacidad. Los discapacitados, en ese sentido, están en peores condiciones. Hay gente que vive con menos de un dólar al día. Todo esto ocurre en mi país.
Términos como democracia, equidad, inclusión, pluralismo, etc., son simples comodines en mi país. La realidad es maquillada para que creamos que vivimos bien. El Índice de Gini desnuda todas esas pretensiones de validez. Sin embargo, la última esperanza es la escuela.
Si el Estado y la familia no se hacen responsables de la verdadera educación de los jóvenes, entonces, la escuela, a pesar de ello, debe reaccionar y hacer algo al respecto. Cualquier ayuda en medio de tanto olvido, de abandono, de miseria y de opresión es un aliciente.